Recreación del Senado de Constantinopla en el Foro de Constantino (ilustración de Antoine Helbert) |
Con
la inauguración de Constantinopla el 11 de mayo del año 330 d.C. El Imperio
Romano disponía de una nueva capital en alza, en continua expansión y
crecimiento. El emperador fundador Constantino I (272-337 d.C.) abrió el
apetito de artesanos, comerciantes y gente influyente ofreciendo ventajas para
su traslado a la nueva capital. A los aristócratas y gente pudiente les regaló
palacios y exenciones, mientras que a los senadores tierras libres de impuesto
y grano gratuito con el fin de que se trasladasen a Constantinopla, la nueva
Roma de Oriente. Las razones para convertir la antigua ciudad provincial de
Byzantium en capital del Imperio fueron, sobre todo, económicas, políticas y
militares. La nueva capital debía reaccionar de forma rápida a los peligros
godos y persas que se podían presentar en el Danubio o el Éufrates, que
amenazaban las zonas más ricas del Imperio. Constantinopla se asentaba entre
Europa y Asia en una zona fácil de defender que, además, disponía de un gran
puerto natural que podría controlar las rutas comerciales entre Oriente y
Occidente, con los accesos al Mediterráneo y el Mar Negro. La construcción de la ciudad comenzó en el
año 324 d.C. y se hizo a semejanza de la antigua capital imperial: Roma.
Constantinopla se levantó sobre 7 colinas nominales y se dividió también en
14 regiones. El emperador Constantino quería trasvasar la herencia romana a su
nueva capital y el punto focal imperial. Para ello fue necesario reordenar la
administración y el funcionariado de la ciudad, incluyendo una corte y un nuevo
senado.
Cuando
Constantino institucionalizó el nuevo Senado (Synkletos o Gerousia en griego)
de su nueva capital, éste no era diferente al de otras grandes ciudades de
Oriente como Alejandría o Antioquía. No obstante, eso cambiaría poco después,
ya que su hijo Constancio II elevó el número de senadores en base a la tasa
poblacional de la ciudad llegando a tener la institución la hiperbólica cifra
de 2.000 senadores. Muchos de ellos oficiales provinciales, cortesanos y
aliados. El Senado era un cuerpo consultivo pero también tenía funciones
legislativas. Si bien el emperador era el que decidía, el Senado aconsejaba
legislativamente y presentaba propuestas (senatus consulta) que podían
ser elevadas a ley si el emperador daba su consentimiento y, además, si éste lo
requería el Senado podía ejercer el papel supremo en Justicia. En caso de que
el trono estuviese vacante era el Senado quien elegía al nuevo emperador. No
era lo habitual, ya que el emperador solía elegir a su sucesor elevando a éste
a coemperador. El Senado, no obstante, debía confirmarlo como mero protocolo.
Existieron
dos edificios para el Senado en Constantinopla. Uno en la parte oriental del
Augusteion, en el Foro de Constantino, levantado por éste en el siglo IV d.C..
Tenía forma de rotonda con una planta circular cerrada por una cúpula de 15
metros de diámetro y una entrada con pórtico sostenido por 4 gruesas columnas.
Se dejó de usar y el edificio acabó abandonado tras el saqueo cruzado de 1204.
El otro edificio del Senado estaba entre Hagia Sophia y el Gran Palacio
Imperial y tenía planta de cruz griega y estaba coronado por una cúpula.
Ubicación de los dos edificios del Senado de Constantinopla. Uno en el Foro de Constantino y el otro en Magnaura (reconstrucción digital de Byzantium 1200 Proyect) |
Senado en el Foro de Constantino (reconstrucción digital realizada por Byzantium 1200 Proyect) |
Senado Magnaura (reconstrucción digital realizada por Byzantium 1200 Proyect). |
El
rango senatorial era de principio hereditario (los descendientes de las
estirpes senatoriales de Roma) y familiar. Unas 20 o 25 familias notables
ocupaban este honor, que se fue haciendo cada vez más honorífico. De hecho, las
magistraturas necesarias para formar parte de la institución eran casi de
carácter municipal. La función del Senado era parecida a la de un concejo
municipal, es decir, controlar gastos en construcciones públicas y actos
lúdicos. A pesar de que algunas magistraturas
tradicionales desaparecieron otras como las del Prefecto de la Ciudad
(Praefectus Urbi o Eparchos tes poleos) fueron un buen escaparate para muchos
aristócratas que querían hacer una exitosa carrera política en el Imperio, pues
era un trampolín para poder gobernar alguna provincia o, después, un thema.
Para ser un pretor era casi necesario estar en buena situación económica. No
obstante, para ocupar un asiento en ese Senado hereditario podía darse el hecho
que por mérito una persona accediese a tal honor.
El
Senado se compone por funcionarios, cortesanos y hombres de Estado, como el
Magister officiorum (“magistros ton offikion”, maestro de ceremonias), que era
la Secretaría palatina o el Magister Militum (el futuro Stratego o Stratelates)
que se dividía en dos ramas: el magister peditum (infanteria) y el Magister
Equitum (caballería), y cada una de ellas servían a nivel territorial (Illiria,
Orientem, etc), uniéndose a veces ambas ramas en una sola persona (Magister
Utriusquae Militae o Magister equitum et peditum).
Ilustración de Antoine Helbert del Foro de Constantino, con la Columna de Constantino y el Senado de Constantinopla |
El
Senado era liderado por el gobernador de la ciudad de Constantinopla, que no
era otro que el Eparchos tes poleos, el antiguo Praefectus Urbi. Era el
encargado de todo el ordenamiento urbano, empezando por la policia (vigla) y
acabando con los servicios de mantenimiento y saneamiento. Luego estaban el Magister
Officiorum (magistros, siendo la magistrissa su esposa), que se encargaba
de los oficios y la secretaría palatina y los Magister Militum, de los
que ya hemos hablado antes.
La institución senatorial estaba dividida
socialmente en 3 grupos: los illustres (los cargos más altos del
Imperio, jefes militares y de prefectos), los spectabiles (la clase
media senatorial, los procónsules, los vicarios y estrategos provinciales o
temáticos) y los clarissimi (la clase senatorial más baja, gobernadores
de provincias civiles, que normalmente no estaban en el Senado, sino cumpliendo
sus funciones en sus respectivos destinos).
Otros miembros del Senado romano oriental fueron el protoasecretes,
encargado del registro oficial y título de jefe de la antigua cancillería (su
subordinado directo era el asecretes, y para ellos trabajaban los chartoularios
o documentalista imperial, el kastrinsios o chambelán palatino, el mystikos
o secretario privado y el eidikos o funcionario del tesoro), el logotheta
o secretario de la alta burocracia estatal (se dividían en Megas logothetes o
Gran Logoteta, una especie de Canciller, que mandaba al resto y que se
encargaba del sistema legal y la tesorería, que al final del Imperio se
transformó en Mesazon y perdió mucho poder e influencia, luego estaba el Logothetes tou dromou o
Logoteta postal, encargado de la diplomacia y el servicio postal, también
estaba el Logothetes ton oikeiakon o Doméstico, jefe de asuntos internos, la
economía local y la seguridad de la capital imperial. Por último estarían los
Logothetes ton genikou o Logoteta general, responsable de los impuestos y el
Logothetes tou stratiotikou o Logoteta militar, que era un civil que se encaragaba
de distribuir la paga a los soldados) el Praefectus urbi (Eparchos tes poleos) que se encargaba del
gobierno local, el pretor (praetor, encargado de los impuestos de
Constantinopla), el cuestor (con atribuciones jurídicas e impositivas,
en el siglo XI se transformó un gobernador civil de un thema), los magister (maistor, que si bien al
principio como he comentado eran importantes cargos militares, ya en el siglo
VII d.C. fueron cargos totalmente
honoríficos ) y los sacellarios (que supervisaban a logotetas y
funcionarios palatinos).
El jurista y cuestor Triboniano (500-547
d.C.), editor jefe de los comentarios del Código Justinianeo presenta su
segundo trabajo (el Codex Iustinianus del Corpus Iuris Civilis) al emperador
Justiniano y a la emperatriz Teodora el 17 de noviembre del año 534 d.C.. En la
escena vemos a un miembro de las Scholae Palatinae, un Protector de los
Primoscutarii con su traje y parafernalia de etiqueta cortesana. Luce un torque
de oro (kloios), simbolo de su rango. Al fondo se ve a la corte, los Kandidatos
y patrikios. A la izquierda de la emperatriz, tras la columna, vemos a la zoste
patrikia, la primera dama de la emperatriz. Al lado suyo estarían la
primikerissa, la protobestiaria, etc.. Este Código es fundamental, el Derecho
romano, vigente todavía en el código legal actual.
Todos los
presentes en la escena llevan la kamission y el khlamus blanco con la tablia
color púrpura (oxeotavlé) con los Kandidatos y Patrikios en la esquina
observando la escena y los Iunior detrás. Al fondo, en el centro de la imagen y
sentados, vemos la Asekretis (los notarios de la Chancillería), liderada por el
Protasekretis o "primer secretario"
Cuando
Constantino fundó la nueva ciudad imperial dividió el Consulado. Un cónsul
residiría en Roma y el otro en Constantinopla. Cuando el Imperio se dividió
administrativamente en 2 estados en el año 395 d.C., el emperador de cada una
de las partes tenía la potestad de asignar directamente a un cónsul. Y en
alguna ocasión uno de los dos emperadores dejaba a su homónimo elegir a ambos
cónsules. A pesar de que el cónsul ya no tenía el poder de antaño seguía siendo
un puesto de honor muy codiciado. Como con otras magistraturas se le concedían
obsequios simbólicos por ostentar el cargo: dípticos de marfil con el aguinaldo
cuando se tomaba posesión del cargo a principios del año en curso. Sus
obligaciones eran asistir a los espectáculos, y si la situación lo requería
debía financiar parcialmente los actos, la otra parte era financiada por el Estado.
Los cónsules tradicionales, aunque carentes ya de poder efectivo,
desaparecieron en el siglo VI d.C.. En Occidente su puesto se abolió en el año
534, con Decio Paulino como último cónsul. En el Imperio Romano de Oriente
Justianiano I modificó el Consulado, aboliendo su esencia tradicional, siendo
Anicio Fausto Albino Basilio el último cónsul tradicional en el año 541 d.C..
Díptico consular de
Theodorus Philoxenus Sotericus Philoxenus del año 525 d.C.
Inscripción: FL THEODORVS FILOXENVS SOTERICVS FILOXENVS VIR ILLVST
COM DOMESTICVS EX MAGISTRO M PER THRACIA ET CONSVL ORDINAR. Biblioteca Nacional de Francia. París. Departamento de monedas, medallas y antigüedades
B
Inscripción: FL THEODORVS FILOXENVS SOTERICVS FILOXENVS VIR ILLVST
COM DOMESTICVS EX MAGISTRO M PER THRACIA ET CONSVL ORDINAR. Biblioteca Nacional de Francia. París. Departamento de monedas, medallas y antigüedades
B
Detalle interior del Díptico consular de Theodorus Philoxenus Sotericus Philoxenus |
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Justiniano
I abolió la datación consular y la reemplazó por el año indiccional para la
confección de documentos cada 15 años de reinado. Tras esto, los consulados
siguieron nombrándose en el momento del rito de las coronaciones imperiales, ya
fuese al propio emperador o a una persona cercana a su familia. Aparte de otros
títulos propios de la familia imperial, el consulado era una fórmula “republicana”
legal para atar la sucesión y dar un carácter público a las elecciones
imperiales sin hacerlas hereditarias. La datación consular, sin embargo,
continuó de hecho hasta el reinado de León IV “El Sabio” (886-912 d.C.) cuando
con la Novela 94 acabó con ella. En esa época los títulos consulares estaban
helenizados para el cónsul (hypatos) y el ex-cónsul (apo hypatos), que eran cargos honoríficos modestos en la Corte Imperial.
En
la época de Justiniano I (527-565 d.C.), el grupo de los illustres era el
mayoritario, siendo la mayoría de los clarissimi promocionados al grupo de los
spectabiles, cuyos miembros antiguos ascendieron a clarissimi. Así, los
illustres eran mayoría aplastante y ello dio lugar a la creación de un nuevo
rango senatorial: los gloriossimus, rango al que solo aspiraba la aristocracia
senatorial formada por los más altos funcionarios del Estado, es decir, los
magistri militum, los prefectos, los quastor sacri palatii y los magister
officiorum. A algunos reyes germánicos aliados se les dio ese título honoríco
(Teodorico I) y a los comites más veteranos se les concedió el título de
magnificentissimus.
El
Senado romano oriental era por tanto un órgano consultivo, con cargos epónimos
y ligados al prestigio social y el juego político del Imperio aunque las leyes
recogidas en el Código Teodosiano (439 d.C.) y el posterior Código de
Justianiano (534 d. C.) también le confería poder cooperativo de Consejo
Imperial, lo que de facto le convertía en una especie de corte jurídica. Así
pues los crímenes en la ciudad imperial eran revisados en el Senado, con el
Eparchos tes poleos como juez principal, asistido por 5 senadores escogidos por
sorteo.
El
Senado no solamente representaba un determinado extracto social, sino los
intereses de los aristócratas por lo que muchas veces los intereses del
propio Estado y del emperador chocaron con los del Senado. También hay que
señalar que algunos senadores en calidad de cónsules fueron elevados a
emperadores y el Senado fue incluso capaz de deponer y arrestar a emperadores,
como fue el caso de Focas en el año 610 d.C., incluso llegaron a tutelar a
algún emperador (Constante II).
El
cargo de senador con el paso de los siglos fue haciéndose cada vez más
honorífico con la militarización estatal durante la Dinastía macedónica. En el
siglo XI, con los Comneno, el propio emperador podía comprar el cargo para
algún miembro de la corte.
La emperatriz Teodora (814-867 d.C.) debate con el Senado. Manuscrito iluminado Madrid Skylizes Codex Graecus Matritensis de Juan Skylitzes del siglo XII. Biblioteca Nacional de España en Madrid |
En
el año 1197 los senadores, los gremios y el clero se reunieron en el Senado
para tratar el Alamanikon, un impuesto especial que deberían pagar todos para
asumir la deuda de 1.600 monedas de oro
contraída por el emperador Alejo III con Enrique IV por su alianza a la hora de
usurpar el trono a Isaac II en 1195. Los senadores se negaron aduciendo a la
tradición. El emperador se vio obligado a eximir a la capital del impuesto y
hacer pagar a las provincias, saqueó el oro y la plata de varios sarcófagos
imperiales, reuniendo la cifra de 7.000 monedas de oro. Sin embargo, Enrique IV
murió y la deuda no llegó a cobrarse. La última acción conocida que llevó a
cabo el Senado de Constantinopla fue elevar a emperador a Nicolás Kanabos en
oposición a Isaac II y Alejo IV durante
la Cuarta Cruzada el 25 de enero de 1204. Durante la Dinastía Paleóloga el
Senado acabó desapareciendo en el siglo XIV siendo sustituido por el Consejo
Imperial, un organismo aún más íntimo del emperador y compuesto por personas de
su confianza.
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