dissabte, 8 de març del 2014

LA MÚSICA DE LA ANTIGUA ROMA




Desde su comienzo Roma fue asimilando la música de otros pueblos a la vez que avanzaba su expansión. Estas influencias fueron, por una parte, las recibidas del Cercano Oriente, Egipto y especialmente de Grecia y, por otra, de las que convivieron con ella en la propia península itálica, que le aportaron importantes elementos culturales, particularmente del pueblo Etrusco.
La civilización etrusca apreciaba enormemente la música, como lo demuestran la iconografía procedente de sus tumbas y lo que nos cuentan las antiguas fuentes literarias. Roma va adoptando,  tras su fundación, muchas costumbres etruscas como la de los espectáculos de los ludiones, actores de origen etrusco que bailaban al ritmo de las tibiae. Los romanos intentan imitar estas artes y le añaden música vocal. A estos artistas se les denominó histriones que significa bailarines en etrusco.
En Roma, durante el reinado de rey etrusco Servio Tulio, 578-534 a.C, fueron instituidos formalmente los grupos de músicos en las Milicias Romanas, integrados por instrumentos de viento y con funciones específicas para las ceremonias y el combate. Se establecieron así, los Cornicem, tocadores del Cornu y los Tubicem, tocadores de Tuba. Posteriormente, hacia el año 400 a.C., estos grupos militares y ceremoniales romanos estarán integrados por flautas, cornos y trompetas de muy variadas formas y tamaños e instrumentos como la Syrinx y el Lituus, también  usados en la antigua Grecia.
La República se proclama en el 510 a.C., y pronto Roma se desarrolla y  consolida como poder militar que impone su dominación. Recibe y asimila los usos, costumbres, instrumentos y las bases musicales de los pueblos conquistados que conformaron el vasto Imperio Romano.
Aunque hay escasísimas anotaciones melódicas, sí existen numerosos documentos literarios y grabados que demuestran "la extraordinaria importancia de la música en la vida de los romanos"
Según las investigaciones de los últimos años el tópico de su "incapacidad musical" , de su falta de creatividad y su decadencia musical, no es cierta. Contrariamente a estas opiniones la música se cultiva en todos los ámbitos de la vida de los romanos. Consideran, como los griegos el efecto musical del Ethos y la incluyeron en su sistema de educación. Roma proyecta la música hacia finalidades épicas, guerreras y rituales pero también, hacia el disfrute sensual como habían aprendido de los etruscos.

Respecto a la instrumentación se aprecia un gran desarrollo de los instrumentos heredados de los etruscos, los griegos y de los de origen oriental. Les gustaba recrearse en los efectos coloristas del sonido por lo que aumentaron el número de cuerdas de la cítara y la lira. En cuanto a la escritura musical, adoptan las escalas tonales griegas y los prinicipios de su acústica. Se sabe que el séptimo libro del "Disciplinae", era "De Musica" y aunque esta obra se perdió se sabe de su importancia porque era muy comentado por tratadistas romanos como Macrobio y Marciano Capella.

El carácter pragmático que caracteriza a Roma va a verse reflejado en dos mundos distintos que requieren diferentes funcionalidades: la privada y la pública.
En el ámbito privado tendrá características diferentes más próximas al mundo griego. Sabemos, por ejemplo, que los primeros juguetes que se regalaban a los bebés eran sonajeros y que la música jugaba un papel importante en la enseñanza. A mediados del siglo II a. C. empezó a estar bien visto que los nobles supieran cantar o tocar un instrumento. Numerosas familias patricias continuaron la práctica que se había iniciado con la familia de los Gracos, Tiberio y Cayo Sempronio, hacia el 110 a.C., de enviar a sus hijos a las Escuelas de Música y de Danza.


Aunque a la educación sólo tenían acceso los hijos varones de las familias adineradas, también las mujeres romanas practicaron el arte de la música como cantantes e instrumentistas. Luciano, el escritor, elogia las habilidades como cantantes y tocadoras de cítara de las mujeres aristócratas y de las cortesanas.
Los varones patricios eran instruidos por el grammaticus, profesor que les enseñaba latín, griego, retórica, literatura homérica, filosofía, gimnasia y música. En la época del Imperio, la música se integra en las enseñanzas superiores, tanto en su estudio teórico como práctico. Incluso muchos emperadores eran instrumentistas o cantantes
En el ámbito público la música estará al servicio de los ritos, del espectáculo de masas como los del teatro, el circo y la pantomima y del boato militar. Los romanos destacaron en el uso y la fabricación de trompetas porque dominaban el arte del torneado de los metales. Fue así que proliferaron muchas variantes: rectas, curvas, de boca ancha como un dragón, etc., que recibieron nombres como lituus, buccina, tuba o cornu. Autores como Diodoro atribuyen la invención de tubas y cuernos a los etruscos.
El uso principal de algunos de ellos, no era musical, cumplían la función de transmitir órdenes a los soldados, ya que el potente sonido de tubas, cuernos y bocinas se podía escuchar a varios kilómetros de distancia. 
Vegecio explica, en capítulos de su obra, cómo se organizaba el ejército y la función que la música cumplía. Este fue el principal medio para controlar a 6.000 soldados que componían una Legión romana, mediante mensajes sonoros codificados se le indicaban a los hombres exactamente las ordenes. Esto dio a los romanos una increíble ventaja en la batalla frente al enemigo y en la guerra garantizaba el control completo de un ejército en combate. También se utilizaron en el campamento militar romano para emitir señales, como por ejemplo indicar las cuatro vigilias de la noche.
 La música tenía un papel importante en la vida religiosa. Los sacerdotes salios del dios Marte, que guardaban los escudos-talismanes, símbolos del rayo, procesionaban del 1 al 23 de marzo, cantando, bailando y golpeando sus escudos de los que decían que uno había caido del cielo. En el culto a Cibeles, introducido en Roma en el 204 a.C.durante la segunda guerra púnica, se empleaban aulos que ejecutaban melodías frigias acompañados de címbalos, tympanon. Para el culto de Isis se utilizaba un nuevo instrumento llamado sistro, que Roma incorporó al conocer la música de Egipto tras su anexión en el año 31 a.C.
En los teatros romanos se representaban comedias al estilo griego y destacan los autores Plauto y Terencio y la tragedia tuvo en Séneca su gran representante. La música tenía un papel trascendental en estas obras pero al evolucionar irá abandonando la danza que en Grecia estaba siempre presente y también la poesía se separará progresivamente de la música quedando como un género puramente literario.
Las partes recitadas, deverbia, eran seguidas de partes cantadas, cantica, por un solista o dúo acompañadas de tibiae. En los intermedios de los actos se ofrecían interludios musicales a cargo del tibicen. En la obra de Plauto, Pseudolus, aparece: "tibicen vos interibi hic delectaverit" (El flautista os habrá deleitado en el intermedio ).
Reaparecen antiguos estilos como la citarodia, versos cantados con cítara y la citarística, la interpretación virtuosa de la cítara, de las que se celebraban certámenes y competiciones
En el periodo imperial, las citarodias tuvieron un gran éxito y los mejores intérpretes fueron aclamados por el público romano. Se extendió la costumbre de componer música basándose en fragmentos extraídos de tragedias clásicas y cantarlas acompañándose con la cítara. Lo atestiguan inscripciones como la de Temisón de Mileto de la primera mitad del siglo II d.C.: «La Bulé y el pueblo de los milesios erigieron el busto de Tito Poplio Elio Temisón, hijo de Teodoto, que ganó los juegos Istmicos, los de Nemea, cincos juegos panasiáticos y otros ochenta y nueve concursos, primero y único en musicar a Eurípides, Sófocles y Timoteo, por decisión de la Bulé». Estos cantores probablemente trabajaban también en el pantomimo.

Además de estos espectáculos, las calles eran el lugar habitual en el actuaban los Ioculatores y acróbatas romanos que con sus Iocus, juegos acrobáticos y musicales, actuaban en las urbes acompañados por músicos que tocaban tibias, panderos y otros instrumentos. Estos Ioculatores también actuaban en las villas de los romanos ricos. Verdaderas compañías teatrales (symphôniai), que ponían en escena exhibiciones de mimo y pantomimos donde participaban los bailarines de ambos sexos (saltadores, saltadoras) e instrumrntistas con crótalos, tympanos, cymbalos, tibiaes, etc., normalmente bajo la dirección de un tocador de scabillum, a los que se le denominaban cabillarius.
En los actos, ceremonias, usos y costumbres militares y rituales de carácter público se hizo frecuente la utilización de diversos instrumentos musicales de viento de gran sonoridad y como para tocar en exteriores los instrumentos debían ganar capacidad sonora mejoraron el aulós y la lira griega.  La tibia, versión acústicamente mas potente que el aulós, y sus instrumentistas, los tibicines,adquieren popularidad. En tiempos del Emperador César Augusto (63 a.C.-14 d.C.), el Aulos aumentó sus dimensiones y llegó a ser un instrumento del tamaño de las tubas. También se sabe por las crónicas de Cornelio Tácito, la existencia de grandes Liras que debían transportarse en carros debido a su enorme tamaño
Además de aumentar el tamaño de sus instrumentos también lo hicieron con los grupos de músicos que reunían un gran número de ejecutantes hasta formar conjuntos de músicos verdaderamente impresionantes, como afirma el musicólogo Paul Henry Láng, tradición que ya existía en Egipto, tal como lo señalaba Ptolomeo Filadelfo (m. 340 a.C). Lucio Anneo Séneca (4a.C-65d.C) en su obra Epistolæ 84,10, aporta valiosos datos sobre el gran número de cantores que se reunían en las actuaciones, acompañados por multitud de instrumentos de viento que se colocaban entre el auditorio, mientras que en el escenario principal se situaban los órganos (hydraulis) de todas clases y tamaños.
Los cantantes profesionales aprendían a leer música en notación alfabética y ejercitaban la claridad y potencia de sus voces para cantar en los grandes teatros al aire libre. Existían coros religiosos como el de los saliares que cantaban y bailaba "danzas de armas" en honor a Marte.
Desde los tiempos de la monarquía se practicaba un tipo de canto solístico y coral monódico, pero sólo se conservan fragmentos de algunos textos. Los sacerdotes Arvales y salios practicaban estos tipos de cantos: Carmen Fratrum Arvalium del culto a Ceres y Carmen Saliare a Marte. Había cantos conviviales de contenido épico-histórico: carmina convivalia, para festejar a los generales victoriosos: carmina triumphalia y para los funerales: el nennie.
Los instrumentistas profesionales estudiaban bajo la tutela de maestros: adaptación, improvisación, interpretación, composición y las obras de maestros como Timoteo y Pólido. Los virtuosos de la música eran respetados y considerados, realizaban giras de conciertos por el Imperio y recibían pagos importantes. Destacaron músicos de origen griego , como Terpnos, maestro de Nerón y gran intérprete de cítara, Menícrates, Polión y Mesomedes, autor de himnos a Helios y Némesis.


LOS INSTRUMENTOS


1) INSTRUMENTOS DE VIENTO 
TUBA ROMANA
La tuba de la Antigua Roma era una trompeta militar bastante diferente de la tuba moderna. La tuba (del latín tubus, que significa "tubo") se empezó a fabricar alrededor del 500 a.C. Su forma era recta, en contraste con la de otros instrumentos de viento romanos como la buccina o cornu militar, que se parecía más a la tuba moderna al curvarse alrededor del cuerpo del instrumento.
Su origen se encuentra probablemente en la civilización etrusca, ya que autores como Diodoro atribuyen la invención de los cuernos y trompetas a los etruscos. Es similar al salpinx griego. Mide aproximadamente 1,2 m de longitud, se solía hacer de bronce, y era tocada con un hueso desmontable a modo de boquilla.
La tuba romana se utilizaba, al igual que otros instrumentos de viento romanos, para emitir señales militares y fue asignada a la infantería (Vegetius, Epitoma rei militaris, II). El intérprete de tuba (tubicen) era una profesión muy respetada.
La forma recta del tubo se mantuvo durante la época medieval hasta el 1400, fecha a partir de la cual el tubo empezó a ser doblado alrededor del cuerpo del instrumento.
EL CONRU
El cuerno era  un instrumento de viento de metal que curva alrededor del cuerpo del músico, en forma más bien como una mayúscula G. Tenía un diámetro cónico y una boquilla cónica. Puede ser difícil de distinguir de la buccina. El cuerno se utiliza para señales militares y en el desfile. El cornicen era un oficial de la señal militar que traduce las órdenes en las llamadas. Al igual que la tuba, el cuerno también aparece como acompañamiento para eventos públicos y entretenimientos espectáculo.
TIBIAC
Era un instrumento similar al aulos griego. Estaba formado por una boquilla, un dispositivo equipado con una lengüeta, que aplicada a su embocadura, producía el sonido mediante la vibración del aíre contenido en el interior del instrumento. La longitud del instrumento variaba según el número de agujeros, hasta 15 en algunos ejemplares de Pompeya y Herculano.
El sonido podía variar según la longitud y se producía al tapar con los dedos los agujeros practicados en su superficie. Estaban hechas de madera, marfil o bronce con adornos de metales preciosos. El músico, el tibicen se ponía sobre la boca el capistrum una cinta de cuero doble y fina que se ataba detrás de la cabeza con la que conseguía mayor fuerza al soplar.
Acompañaban a las partes cantadas de las obras y en los intermedios de los actos ofrecían interludios musicales.
Junto a la tibia parecida a la flauta moderna, se encontraba la doble tibia formada por dos cañas divergentes.
Las lengüetas de las dos cañas podían ser igual ( tibiac sarranac ) o diferente ( impares). Las tibiac pares tenían la misma afinación; las tibiac impares estaban afinadas a octavas diferentes.
LA BUCINA
Originalmente era un tubo metálico estrecho, de 3,25m 3.50m de longitud, que se hacía sonar gracias a una boquilla en forma de copa. El tubo se enroscaba sobre sí mismo desde la boquilla hasta el amplificador de sonido en forma de una gran C cuya estructura se fortalecía  mediante una barra que atravesaba la curva. El bocinatur, podía utilizar la barra para dar mas estabilidad al instrumento, mientras que el tubo de sonido se curvaba por encima hasta quedar por encima de su cabeza o de su hombro. Servía para hacer varias señales en el campamento como, por ejemplo, señalizar las guardias.
EL LITUUS
Larga trompeta cilíndrica de bronce , oscila entre 75cm y 1,40m de largo, el extremo opuesto al de la embocadura, lo tenia doblado en forma de J o de gancho, emitía un sonido agudo y estridente.
Se hacia de dos tipos de materiales, hasta el año 100 dC de bronce y en la edad imperial se construyeron de cuerno animal con decoraciones de plata. En este último periodo fue utilizado en contexto civil , religioso además del militar.


LA SIRINGA.
Estaba formada por tallos de caña de diferente longitud y unidos con cera en progresión de tamaño. No tenia agujeros para ser tañido con los dedos. El sonido dulce que emitía se conseguía al posar los labios por los orificios superiores de cada tubo.
Era utilizado por pastores, en obras de teatro y fiestas ninfas para evocar ambiente campestre.
Los romanos dieron a este instrumento el nombre de " avena, cicuta cerata o pandura este último en honor al  Pan.

EL AULOS
Estaba relacionado con el culto orgiástico a Baco y Cibeles y el músico que lo tocaba era el "auleta" o " aules”. Se utilizaba en los banquetes, en los funerales y en los ritos religiosos. Estaba compuesto por un tubo cónico de unos 50cm de longitud y tenia 4 o 5 agujeros. Podía estar hecho de distintos materiales caña. hueso, marfil o metal. Era importante que fuera poco pesado ya que se solía usar dos al unísono. La afinación era absoluta y si el auleta quería tocar con otra afinación, cambiaba de aulós o usaba una extensión.
Este instrumento tiene una asociación mitológica: se dice que los aulos fue encontrado por el sátiro Marcias cuando la diosa Atenea lo lanzó lejos al darse cuenta de que su rostro se contorsionaba al tratar de tocarlo.
Como suena la música romana:




LA GAITA.
En la literatura romana aparecen referencias a un tipo de aulós unido a un odre llamado auskalós ( aulós con bolsa). El historiador romano Suetonio habla de una moneda en la que aparece grabada una gaita, también llama al emperador Nerón  Utricularium que significaria gaitero.
Posiblemente las legiones romanas marchasen también al  son de las gaitas.


EL HYDRAULIS.

Órgano hidráulico, antiguo instrumento de viento, que funcionaba con un sistema de receptáculos llenos de agua para mantener constante la presión del aire. Fue el primer instrumento de teclado predecesor del actual órgano neumático.
El interprete que lo tañía se llamaba hydraulés.
Los romanos lo extendieron por  todo el Imperio, usándose en actos públicos, teatros el circo etc.





2) INSTRUMENTOS DE CUERDA
Los instrumentos de cuerda romanos provenían de Grecia y del cercano oriente. De allí llegaron arpas, laúdes y cítaras.
Las cuerdas se pulsaban sólo con la mano o bien con el plectro, el pulsabulum, un pequeño objeto de punta que con la mano derecha pellizcaba las cuerdas de la lyra o de la cithara, mientras que la mano izquierda bloqueaba las que no debían emitir sonido. Casi siempre estaba unido al instrumento mediante una cuerda. Podía ser de marfil, madera o metal.

LA LYRA
Es un instrumento de cuerda punteada que tiene forma de ábaco, formado por una caja de resonancia de la cual salen unos brazos generalmente curvos unidos por un travesaño.
Se construían con un caparazón de tortuga y al principio solo poseía tres cuerda.
Era el instrumento del dios Fedo de los romanos y lo acompañaba como símbolo de la cultura y la música. Apolo  regaló a su hijo Orfeo la lira y su historia se convirtió en el famoso" mito de Orfeo."
LA CITHARA
La citara es un instrumento muy antiguo, mas grande que la lira realizado completamente de madera cuyos brazos formaban un único cuerpo con la caja de resonancia que amplificaba el sonido. Las cuerdas de intestino o cáñamo estaban fijas situadas en la parte inferior de la caja unidas al travesaño que unía los brazos mediante unas clavijas que permitían la afinación.
En Roma , la cithara fue un instrumento muy popular y en el 60 dC Nerón y Domiciano en el 86, instituyeron concursos musicales para citareros.
Los romanos creían que el dios de la música, Apolo, protegía a los tañedores de cithara.
EL LUTE
El laud se denominaba, en sumerio "pantur"y en griego "pandura" que significa " pequeño arco musical". Tenia un cuerpo pequeño que podía estar hecho de madera o con el caparazón de una tortuga. Aunque el laúd era mas fácil de tocar, que la citara o la lira, no fue popular entre los romanos.



3) INSTRUMENTOS DE PERCUSIÓN
Los romanos utilizaron los instrumentos de percusión, adoptados del cercano oriente y de Grecia, más que para uso militar para ritos religiosos y para las representaciones populares.
Los tambores, aparecieron, ya en diversos tamaños y formas, en el cuarto milenio a.C. se introdujo en el ejército con el objetivo de "intimidar al enemigo"
Respecto a su uso militar se dispone de poca información, y desde luego no llegaron a tener la importancia que tuvieron los instrumentos de viento en el ejercito romano. Según algunos historiadores, no había lugar para el tambor en la música romana, a excepción de los cultos de Cibeles y Dionisios, interpretados por mujeres, y para otros, “Los romanos tenían toda clase de instrumentos de percusión para el ejército y otros cometidos.
EL TYMPANUM.
Era un tipo de tambor de marco o pandereta de forma circular hecho de madera o de metal, poco profundo, el parche podía  ser de piel de buey o de asno. A veces le incorporaban campanillas y cascabeles para que conseguir un sonidos más estrepitoso.
EL CYMBALUM
Formado por dos discos de bronce cóncavos  en el centro, unidos por una pequeña cadena que se percutía rítmicamente uno contra el otro. Al principio se utilizaban en ritos religiosos luego comenzaron a ser utilizados por bailarinas y danzantes.
EL SCABILLUM
Era un pedal que consistía en una suela de madera por un extremo suelto y por el otro sujeto a la sandalia. Se tocaba al golpear con el pie y lo llevaba el jefe del coro para marcar el ritmo.
EL SISTRO
Aportación de los egipcios, tenia un mango con un extremo en forma de U, con barras trasversales móviles que tenían pequeños anillos.
Cuando se agitaba provocaba un sonido que iba desde suaves tintineos a un fuerte ruido metálico.
EL TINTINNABULUM
Se han encontrado  campanillas de mano en diferentes santuarios lo que indica un uso religioso.
También se han encontrado colgantes muy decorados que se utilizaban como campanillas de viento. Se colgaba al aire libre en jardines puertas y ventanas, donde el viento las hacia sonar. Para favorecer la fortuna y prevenir el mal de ojo.
LOS CRÓTALOS
Son unos diminutos platillos de bronce que se anudaban con tiras de cuero a los dedos pulgar y medio. En su origen eran de madera muy similar a las castañuelas.
Comienzan a formar parte de los instrumentos musicales romanos probablemente en la introducción en Roma del culto oriental de la Magna Mater en el 204 a.C.
También se emplearon en fiestas sacras y en banquetes. “.

LAS BAILARINAS DE GADES Y SUS CRÓTALOS


LAS PULLAE GADITANAES

Eran bailarinas del sur de la provincia romana de la Baetica, Gaes, que alcanzaron en Roma una gran fama por sus espectaculares y originales bailes.
Marcial nos cuenta que tras la entrada triunfal de Cecilio Metelo en Roma, en su comitiva figuraban muchachas andaluzas que danzaban y que llamaban la atención por sus traviesos y juguetones pies y por sus crusmata baetica "castañuelas de metal". También destaca las cualidades sensuales de estas bailarinas y que cantaban, murmurando, canciones de amor.
En Roma, las bailarinas gaditanas eran tan famosas como las sirias e igualmente deseadas y excitantes en el baile y en el canto. Su presencia era obligada en muchos festines de Roma.



FUENTES:
Enciclopedia de la Música, Edit. Grijalbo, Barcelona, España 1970.
Enciclopedia de la música clásica Sarpe.
Música y sociedad Real musical.
Historia universal de la música Taus.