diumenge, 5 d’octubre del 2014

ROMA EN EL METROPOLITAN




El Museo Metropolitano de Arte (en inglés The Metropolitan Museum of Art, aunque es más conocido por los neoyorquinos como Met) es probablemente el mejor museo de Nueva York y uno de los mejores museos de arte del mundo. Situado en la Quinta avenida, colindando con Central Park en la denominada milla de los museos, fue inaugurado en 1897 y en él puedes encontrar más de 2.000.000 de obras de arte.
La diferencia del Metropolitan Museum con  otro museo de cierto nivel es la tenencia de ambientes reales extraídos del mundo romano antiguo. Igual que sucediera con el Templo de Dendur o la Mastaba de Penreb, en este apartado se cuenta con la exposición de varias habitaciones con frescos murales perfectamente conservados de la zona de Pompeya y Herculano. El MET mantiene la mayor colección de obras de esta área fuera de Italia. Arte griego y romano...Y es un placer ver cómo están dispuestas.
He tenido el privilegio de poder visitarlo, aunque solo una parte ya que es enorme y para ver todo bien necesitaríamos semanas.
Me centre sobre todo en el arte griego y por supuesto en  el romano y aqui dejo una pequeña muestra de lo que mas me impacto.

Estatuaria ática arcaica  un Kouros, la Estatua de un joven, estatua griega más antigua del museo, de finales del siglo VII aC .
Septimio Severo, Caracalla, Lucio Vero



Estela funeraria coronada por una espléndida esfinge como guardiana de la tumba que ocupaban los dos jóvenes, que aparecen de perfil y con los ojos frontales.


Vieja que va al mercado

Sorprende esta figura por la temática que sugiere, una estatua romana muy alejada de dioses y héroes. Se trata de una vieja que va al mercado, con su cesta de frutas y verduras y hasta con una gallina.





Magnífico carro de bronce con incrustaciones de marfil (sobre los hechos de la vida del héroe griego Aquiles),  del siglo VI aC .

Constantino

Marco Aurelio




Enorme estatua de bronce en las cercanías de la Iglesia de San Juan de Letrán, en Roma. La estatua es una de las poquísimas que existen hoy de cuerpo entero y ha sido restaurada en numerosas ocasiones desde el momento de su descubrimiento, a principios del XIX. Aunque parezca lo contrario, la cabeza sí pertenece al cuerpo idealizado al que está egada, siendo un retrato fascinante del emperador Cayo Vibio Treboniano Gallo.


Este busto de un niño, de la primera mitad del siglo I, es un poco especial precisamente por estar producido en bronce, parece coincidir con algunos de los retratos de Nerón de joven.


De la Villa de Boscoreale  se sacaron una gran cantidad de frescos allá por 1900, dado que la villa “estaba en una propiedad privada” y el propietario los vendió.




En el MET se ha reconstruido fantásticamente un dormitorio completo, decorado con escenas rústicas e impresionantes vistas arquitectónicas, con paredes laterales simétricas y profusión de detalles religiosos (una pequeña figura de Hécate), de jardines, estatuas, torres, palacetes, balaustradas, cuevas con fuentes y hasta un jarrón de vidrio lleno de frutas. La reconstrucción actual, con los frescos restaurados, se ha realizado basándose en las fotografías de 1900 que quedaban (por ejemplo, para la reproducción de un mosaico en el suelo), de habitaciones similares de la Villa de Oplontis o de la propia distribución de las paredes donde siempre fue obvio que se encontraba una ventana (en la que se ha dispuesto una parrilla hallada en la Villa).




Respecto de la Villa de Boscoleare, es todavía más especial pues sí se conoce su propietario: fue el mismo Marco Agrippa . Cuando murió en el año 12 de nuestra era, su hijo Agrippa Póstumo heredó la propiedad que, como las demás, desapareció bajo las cenizas del Vesubio en 79.
En 1903-1905 se realizaron excavaciones en esta zona y el MET y el Museo Arqueológico de Nápoles se repartieron el botín. Y menos mal, porque una nueva erupción de 1906 cubrió (y supuestamente destrozó) los restos.




El estilo de las tablas tiene un claro influjo helenístico, pero su contenido seguía la más clara tradición egipcia. Creían que debía representarse al fallecido lo más realista posible para ser reconocidos en su viaje al más allá.





Estas pinturas eran realizadas en vida de los retratados, por eso su aspecto juvenil, y permanecían en sus hogares hasta el momento de su fallecimiento, cuando entraban a formar parte del conjunto del ritual de la momificación. Actuaban como pasaporte para cruzar la frontera de la muerte e identificarse ante sus funcionarios de emigración, son retratos verdaderos de una clase media urbana, profesional: profesores, soldados, atletas, sacerdotes, mercaderes o floristas.


Retratos en mármol de dos mujeres típicamente romanas pero de periodos muy diferentes. A la izquierda se encuentra (probablemente) la mujer del Emperador Felipe el Árabe (244-249 dC), Otacilia Severa. Es un busto precioso, a la moda, con el cabello ondulado y partido en el centro.


La Diosa Cibeles, en un carro tirado por leones.

Amazona herida. 
Copia romana en mármol del siglo I-II dC de un original griego en bronce del 450-425 a.C.

Estela funeraria, niñá 450-440 a.C.

Estatua de tarracota hallada en la colonia griega de Tarento.

Estatua de mármol de un barbudo Hércules.

León atacando un tigre.



León rugiente, mármol siglo IV aC.

Relieve menades bailando; mármol época de Augusto. Copia romana de un relieve griego.

Esteles funeraries romanes.




Bailarina de Baker.
 Bronce del siglo III aC es una sorprendente figura que retrata a una bailarina con velo y máscara.


Mujer con velo.

Retrato en bronce (hombre desconocido).

 
Vaso de Libación en oro.


Brazaletes de oro.



Cerámica


Sofá y taburete con tallas de hueso e incustraciones de cristal
Período imperial - I-II d.C.

Y con esta bella imagen ponemos punto y final a nuestro recorrido por la época romana de este magnífico museo.




Esperando os haya gustado, aquí tenemos este video como despedida: