Escrito por Sergio Geijo Ramos, autor del libro El Muro de Adriano y los Auxilia
Vista del Muro de Adriano |
El Muro de Adriano es una de las mayores obras de
la ingeniería militar romana. Con una longitud de ciento dieciocho kilómetros,
se extendía a lo ancho de la isla de Britania, desde el mar de Irlanda hasta el
mar del Norte, próximo al límite fronterizo entre Inglaterra y Escocia.
Esta gran construcción militar fue promovida por el
emperador Adriano en el año 122 d.C., cinco años después de su acceso al poder
imperial. Su antecesor, Trajano, llevó las fronteras del Imperio Romano a su
máxima extensión tras su exitosa campaña en la lejana Partia. La longitud de
las fronteras del Imperio Romano alcanzaron en ese momento los cinco mil
kilómetros, desde Britania hasta Asia, desde Germania hasta África. Adriano entendió
que la defensa de tan vasto territorio era inasumible por lo que renunció a
mantener en el Imperio los últimos territorios conquistados por Trajano y
procedió a establecer unas fronteras más estables y permanentes, fortificando
todos aquellos puntos que podían suponer una amenaza para el Imperio,
especialmente en las provincias romanas de Germania, Britania y África (Fossatum Africae).
Busto de Adriano, Museos Capitolinos |
La construcción del Muro, iniciada por el gobernador
de la provincia britana, Aulus Platorius Nepos, amigo personal del emperador y
anterior gobernador de Germania, donde se había encargado de la construcción de
un sistema defensivo solicitado por Adriano, se extendió a lo largo de diez
años. Los historiadores romanos afirmaron que la construcción del Vallum Aelium
se realizó para separar a los romanos de los bárbaros. Los historiadores
modernos señalan que, además de la función puramente defensiva, el Muro de
Adriano cumpliría también un importante papel como centro aduanero y recaudatorio.
Desde el Muro los romanos podían controlar el flujo de personas y mercancías
hacia dentro y hacia fuera del Imperio , con el correspondiente cobro de tasas
e impuestos por este tránsito.
El proyecto inicial implicaba la construcción de
una muralla protegida por una serie de puestos de guardia a cada milla de
distancia y de torres de vigilancia alineadas a intervalos regulares entre los
puestos de guardia. La muralla se construyó en piedra en la parte occidental,
desde Pons Aelius (Newcastle) hasta el río Irthing, a lo largo de setenta y dos
kilómetros, mientras que los últimos cuarenta y seis kilómetros, hasta Maia
(Bowness-on-Solway) se edificaron en turba y madera. Es probable que las prisas
por cumplir los plazos marcados por el emperador para la finalización del Muro
llevaran a culminar la construcción del Muro con turba y madera y no con piedra.
Inicialmente la anchura del Muro era de tres metros, el denominado Muro ancho,
pero según avanzaron las obras se fue reduciendo su tamaño hasta alcanzar una
anchura inferior a los dos metros y medio, el denominado Muro estrecho. La
estructura defensiva original del Muro contaba también con un gran foso en
forma de V hacia el norte, que años después se vio reforzada con la incorporación
de otro gran foso hacia el sur, conocido como el Vallum que probablemente
delimitara una zona militarizada de acceso restringido.
Inicialmente, el grueso de los soldados estaba
instalados a cuatro kilómetros al sur del Muro, en los campamentos militares de
la Stanegate, una calzada militar paralela al Muro construida en tiempos de
Agrícola y reforzada en época de Trajano. Esta distancia se antojó excesiva en
caso de ser necesaria una rápida intervención, motivo por el cual se modificó
el diseño original del Muro con la construcción de nuevos campamentos militares
sobre la propia muralla, a una distancia inicial de siete millas, once
kilómetros, entre cada uno de ellos. En la línea del Muro, construidos en
diferentes momentos a lo largo del tiempo, se levantaron los fuertes de Maia (Bowness), Congavata (Drumburgh), Aballava
(Burgh-by-Sands), Luguvalium/Uxelodunum
(Stanwix-Carlisle), Camboglanna
(Castlesteads), Banna (Birdoswald), Aesica (Great Chesters), Vercovicium (Housesteads), Brocolita (Carrawburgh), Cilurnum (Chesters), Onnum (Halton Chesters), Vindobala (Rudchester), Condercum (Benwell), Pons Aelius (Newcastle), Segedunum (Wallsend) y Arbeia (South Shields).
Recreación de un fuerte en el Muro de Adriano |
Estos fuertes, destinados a las tropas auxiliares,
podían acomodar entre cuatrocientos y mil soldados, frente a los cinco o seis
mil legionarios acantonados en las grandes fortalezas legionarias de Eboracum (York) y Deva (Chester), localizadas más al sur. La mayoría de los fuertes
auxiliares tenían una planta en forma de naipe, siguiendo el esquema de las
fortalezas legionarias. El interior del fuerte estaba dividido en tres áreas,
la praetentura o zona frontal, la retentura o zona posterior, y la latera praetorii en el centro del
campamento. En su interior se hallaba el principia
o cuartel general, el pretorio, que era la residencia del comandante de la
guarnición, los barracones de la tropa, los horrea
o graneros, almacenes y, en algunos fuertes, el hospital o valetudinarium. En el exterior de los campamentos se encontraban
las termas, lugares destinados a la higiene personal y el relax de los
soldados. Hay que tener en cuenta que los fuertes auxiliares romanos no eran
como los fuertes que conocemos de la Edad Media, diseñados defensivamente para
protegerse de un asedio, con todas las edificaciones construidas dentro de las
murallas. Los fuertes romanos eran instrumentos de conquista y control de
Britania donde no era previsible sufrir ataques enemigos contra las propias
instalaciones militares.
El Muro de Adriano y sus construcciones estuvieron
en uso hasta principios del siglo V d.C., presumiblemente hasta el 410 d.C.,
año en que se produjo el abandono de Britania por parte de las legiones
romanas. Durante las tres centurias en que estuvo en funcionamiento fue objeto
de reformas, destrucciones y reconstrucciones, destacando las realizadas en
tiempos de Marco Aurelio y, sobre todo, con Septimio Severo. Este emperador se
propuso completar la conquista de la isla con la invasión de Caledonia en sus
campañas realizadas entre el 208 y 211 d.C. Para ello reforzó completamente el
Muro, utilizando algunos de sus fuertes, como el de South Shields, como centros
logísticos y operativos de la conquista. A su muerte, su hijo Caracalla se
retiró de los territorios conquistados volviendo a establecer la frontera
imperial en los límites del Muro de Adriano. El siglo IV d.C. se caracterizó
por constantes conflictos bélicos, tanto de orden interno como externo, en el
Imperio Romano. El entorno del Muro fue objeto de invasiones bárbaras en los
años 306 d.C. y 346-347 d.C., ésta última neutralizada por el general Theodosius, padre del futuro emperador
Teodosio, que debió de realizar también un amplio programa de reconstrucción de
fuertes y ciudades. En este momento probablemente ya se había producido el
abandono de los fuertes avanzados, localizados más allá del Muro de Adriano.
Los siglos V y VI d.C. vieron el surgimiento de pequeños reinos en el área del
Muro, Deira (Yorkshire), Bernicia (Northumberland) y Rheged (Cumbria). En esta época estaba
extendida la creencia de que el Muro había sido construido por los britanos
para protegerse de pictos y escotos. En el siglo XVIII apareció un creciente interés en la sociedad
británica por el Muro de Adriano, identificado en esa época como el Muro de
Septimio Severo. En la siguiente centuria la supervivencia del Muro se vio
seriamente amenazada por la aparición de grandes terratenientes que utilizaron
sus piedras para la construcción de sus granjas. Esta amenaza fue denunciada
por los grandes defensores del Muro del momento, el anticuario John Clayton y
John Collingwood Bruce, creador del sistema de numeración de los puestos de
guardia o milecastles. El siglo XX vio el renacer del Muro de Adriano gracias
principalmente al descubrimiento de las tablillas de Vindolanda en 1973 y a su
designación como Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1987. El Muro de Adriano es
en la actualidad una de las mayores atracciones turísticas del Reino Unido, con
más de quince mil senderistas que realizan el recorrido completo del Muro y más
de quinientos mil turistas que anualmente visitan algunos de sus lugares.
Mapa del Muro de Adriano |
La ruta senderista del Camino del Muro de Adriano
está señalizada con el símbolo del National Trail británico, representado por
una bellota. Lo más habitual es invertir entre seis y siete días para recorrer
la distancia completa, si bien son recomendables diez días para disfrutarlo en
su totalidad.
¿Cuáles son los principales puntos de interés del
Muro de Adriano? El tramo más interesante es el localizado al noroeste de
Hexham, en el condado de Northumberland, donde se encuentran los yacimientos
arqueológicos de los fuertes de Housesteads, Chesters y Vindolanda. Otros
lugares recomendables son los fuertes de South Shields y Birdoswald,
habitualmente menos transitados por los turistas.
Vindolanda destaca por el excelente estado de
conservación del campamento militar romano y el vicus civil desarrollado en sus
aledaños. Vindolanda es además internacionalmente reconocida por las famosas
tabletas de madera descubiertas en las excavaciones arqueológicas, consideradas
como los documentos escritos de mayor antigüedad de las islas británicas. Estas
pequeñas piezas de madera, del tamaño de una carta postal, eran utilizadas por
los romanos para su correspondencia tanto oficial como particular. En ellas
encontramos información sobre la logística del campamento, los pedidos de
material o las órdenes de reparación, y sobre la vida cotidiana de los soldados
y sus familias. Los vestigios arqueológicos que se conservan del fuerte
corresponden principalmente a la época en que fue construido en piedra, en la
segunda mitad del siglo II d.C. Son visibles los restos del principia, del
praetorium, algunos barracones y las letrinas. El vicus civil también es de
interés, con vestigios de las viviendas, talleres artesanales y las termas, de
época pre-adriánica.
Fuerte romano de Vindolanda |
El fuerte de Housesteads está considerado como el
mejor conservado de las islas británicas. Cubre un área aproximada de dos
hectáreas y son visibles sus murallas, varias construcciones de su interior y
su integración con el Muro de Adriano. Sus estructuras datan principalmente del
siglo III d.C. En el cuartel general o principia
se encontraba el aedes, una estancia
sagrada donde se custodiaban los estandartes y enseñas de la cohorte y sus
centurias. Al sur del principia se hallaba el pretorio, residencia del oficial
al mando, que contaba con habitaciones para sus sirvientes, cocina, comedor y
termas particulares. Este campamento contaba también con un hospital o
valetudinarium formado por cuatro alas establecidas en torno a un patio
central. Es probable que contara además con una planta superior. Al noroeste se
encuentran dos barracones destinados a la tropa que probablemente también
contaría con otra planta. En el fuerte también se encuentran bien conservadas
unas letrinas comunales.
El fuerte de Chesters fue construido sobre el Muro
de Adriano para controlar el paso sobre el río North Tyne. Su denominación
latina "Cilurnum" se cree que respondería a "Gran piscina"
en referencia al río que se encuentra en sus proximidades. Está considerado
como el mejor ejemplo y el mejor conservado de los fuertes destinados a la
caballería auxiliar romana de todo el Reino Unido. Como en los casos
anteriores, los principales vestigios son los correspondientes al principia, el
pretorio, los barracones de los soldados, seis puertas de acceso al fuerte y
los establos. En el principia se conserva la cámara subterránea
"acorazada" donde se custodiaría el dinero destinado a la paga de los
soldados. Esta sala del tesoro es la mejor conservada de todos los fuertes
romanos de Britania. Las termas de Chesters también se encuentran entre las
mejor conservadas de todo el Muro. En el vestuario o apodyterium es posible ver varios nichos que es posible que fueran
el equivalente a las taquillas de los vestuarios modernos, aunque también se
especula con que pudieran estar destinadas a cobijar estatuas de dioses. Estas
termas cuentan con las estancias habituales de este tipo de construcciones, con
salas de agua templada o tepidarium,
de agua caliente o caldarium, y de
agua fría o frigidarium. El museo del fuerte, construido en 1903 y
reformado el pasado año, está dedicado a la memoria de John Clayton, auténtico
mecenas de la recuperación del Muro y sus fuertes.
Fuerte de Arbeia, South Shields |
El fuerte romano de Arbeia (South Shields) ha sido
el más excavado de todo el Muro y destaca por la cuidada combinación realizada
entre los vestigios originales conservados y las reconstrucciones de la puerta
de acceso occidental, los barracones, el principia y el pretorio. Se conservan en
un excelente estado los cimientos de los barracones de Arbeia, directamente
relacionados con su conversión en centro de aprovisionamiento por orden de
Septimio Severo dentro de sus planes para conquistar Caledonia. El museo del
fuerte cuenta con unas de las más destacadas colecciones arqueológicas del Muro
de Adriano.
En Corbridge se descubrió en 1964 un tesoro con
diversos objetos de uso militar entre los que se encontraba una armadura tipo lorica segmentata. Su descubrimiento
permitió obtener los conocimientos necesarios para poder interpretar cómo era
en realidad este tipo de armadura. En la localidad de Benwell se conserva el
único paso habilitado sobre el Vallum que ha llegado hasta nuestros días. En el
centro del paso habría una puerta coronada por un arco que permitiría controlar
el acceso a la zona militar reservada entre el Vallum y el Muro de Adriano.
Sin duda alguna el Muro de Adriano cuenta con
muchos otros lugares de interés entre los que podemos mencionar Hare Hill,
donde se conserva el tramo más alto de todo el Muro; Banks East, donde se
encuentra la torre de observación mejor preservada, que conserva toda la parte
inferior de su estructura, de dos metros de altura; el milecastle de Poltross
Burn, uno de los mejor conservados, con vestigios de sus accesos, sus muros y
dos pequeños barracones en su interior; Walltown Crags, donde se encuentra un
tramo de la muralla erigida prácticamente al borde los riscos; el icónico
Sycamore Gap, conocido como el árbol de Robin Hood, al ser inmortalizado en la
película "Robin Hood. El príncipe de los ladrones", protagonizada por
Kevin Costner y Morgan Freeman; Carrawburgh y el templo de Mitra;
Heddon-on-the-Wall, donde se conserva un tramo del Muro de doscientos cincuenta
y cinco metros; o Wallsend, donde se localiza el fuerte de Segedunum,
"protegido" desde este año por una colosal escultura de acero de tres
metros de altura, bautizada como Sentius Tectonicus, y llamada a ser una de las
referencias culturales del Muro, aunando la herencia romana de Wallsend con su
más reciente pasado industrial.
Sin duda alguna, el Muro de Adriano es un lugar
especial, un ejemplo único del sistema fronterizo romano integrado en el
paisaje natural. El Muro ha sido fuente de inspiración de escritores y
artistas, entre los que se encuentran George R.R. Martin, autor de la serie de
novelas de fantasía Canción de Hielo y Fuego, adaptadas para la televisión en
la serie de fantasía medieval Juego de Tronos.
Sergio Geijo es también el autor del libro El Muro de Adriano y los Auxilia