diumenge, 17 de setembre del 2017

EL MURO DE ADRIANO


Escrito por Sergio Geijo Ramos, autor del libro El Muro de Adriano y los Auxilia                            

Vista del Muro de Adriano

El Muro de Adriano es una de las mayores obras de la ingeniería militar romana. Con una longitud de ciento dieciocho kilómetros, se extendía a lo ancho de la isla de Britania, desde el mar de Irlanda hasta el mar del Norte, próximo al límite fronterizo entre Inglaterra y Escocia.

Esta gran construcción militar fue promovida por el emperador Adriano en el año 122 d.C., cinco años después de su acceso al poder imperial. Su antecesor, Trajano, llevó las fronteras del Imperio Romano a su máxima extensión tras su exitosa campaña en la lejana Partia. La longitud de las fronteras del Imperio Romano alcanzaron en ese momento los cinco mil kilómetros, desde Britania hasta Asia, desde Germania hasta África. Adriano entendió que la defensa de tan vasto territorio era inasumible por lo que renunció a mantener en el Imperio los últimos territorios conquistados por Trajano y procedió a establecer unas fronteras más estables y permanentes, fortificando todos aquellos puntos que podían suponer una amenaza para el Imperio, especialmente en las provincias romanas de Germania, Britania y África (Fossatum Africae).    

 Busto de Adriano, Museos Capitolinos

La construcción del Muro, iniciada por el gobernador de la provincia britana, Aulus Platorius Nepos, amigo personal del emperador y anterior gobernador de Germania, donde se había encargado de la construcción de un sistema defensivo solicitado por Adriano, se extendió a lo largo de diez años. Los historiadores romanos afirmaron que la construcción del Vallum Aelium se realizó para separar a los romanos de los bárbaros. Los historiadores modernos señalan que, además de la función puramente defensiva, el Muro de Adriano cumpliría también un importante papel como centro aduanero y recaudatorio. Desde el Muro los romanos podían controlar el flujo de personas y mercancías hacia dentro y hacia fuera del Imperio , con el correspondiente cobro de tasas e impuestos por este tránsito.

El proyecto inicial implicaba la construcción de una muralla protegida por una serie de puestos de guardia a cada milla de distancia y de torres de vigilancia alineadas a intervalos regulares entre los puestos de guardia. La muralla se construyó en piedra en la parte occidental, desde Pons Aelius (Newcastle) hasta el río Irthing, a lo largo de setenta y dos kilómetros, mientras que los últimos cuarenta y seis kilómetros, hasta Maia (Bowness-on-Solway) se edificaron en turba y madera. Es probable que las prisas por cumplir los plazos marcados por el emperador para la finalización del Muro llevaran a culminar la construcción del Muro con turba y madera y no con piedra. Inicialmente la anchura del Muro era de tres metros, el denominado Muro ancho, pero según avanzaron las obras se fue reduciendo su tamaño hasta alcanzar una anchura inferior a los dos metros y medio, el denominado Muro estrecho. La estructura defensiva original del Muro contaba también con un gran foso en forma de V hacia el norte, que años después se vio reforzada con la incorporación de otro gran foso hacia el sur, conocido como el Vallum que probablemente delimitara una zona militarizada de acceso restringido.

Inicialmente, el grueso de los soldados estaba instalados a cuatro kilómetros al sur del Muro, en los campamentos militares de la Stanegate, una calzada militar paralela al Muro construida en tiempos de Agrícola y reforzada en época de Trajano. Esta distancia se antojó excesiva en caso de ser necesaria una rápida intervención, motivo por el cual se modificó el diseño original del Muro con la construcción de nuevos campamentos militares sobre la propia muralla, a una distancia inicial de siete millas, once kilómetros, entre cada uno de ellos. En la línea del Muro, construidos en diferentes momentos a lo largo del tiempo, se levantaron los fuertes de Maia (Bowness), Congavata (Drumburgh), Aballava (Burgh-by-Sands), Luguvalium/Uxelodunum (Stanwix-Carlisle), Camboglanna (Castlesteads), Banna (Birdoswald), Aesica (Great Chesters), Vercovicium (Housesteads), Brocolita (Carrawburgh), Cilurnum (Chesters), Onnum (Halton Chesters), Vindobala (Rudchester), Condercum (Benwell), Pons Aelius (Newcastle), Segedunum (Wallsend) y Arbeia (South Shields).

Recreación de un fuerte en el Muro de Adriano

Estos fuertes, destinados a las tropas auxiliares, podían acomodar entre cuatrocientos y mil soldados, frente a los cinco o seis mil legionarios acantonados en las grandes fortalezas legionarias de Eboracum (York) y Deva (Chester), localizadas más al sur. La mayoría de los fuertes auxiliares tenían una planta en forma de naipe, siguiendo el esquema de las fortalezas legionarias. El interior del fuerte estaba dividido en tres áreas, la praetentura o zona frontal, la retentura o zona posterior, y la latera praetorii en el centro del campamento. En su interior se hallaba el principia o cuartel general, el pretorio, que era la residencia del comandante de la guarnición, los barracones de la tropa, los horrea o graneros, almacenes y, en algunos fuertes, el hospital o valetudinarium. En el exterior de los campamentos se encontraban las termas, lugares destinados a la higiene personal y el relax de los soldados. Hay que tener en cuenta que los fuertes auxiliares romanos no eran como los fuertes que conocemos de la Edad Media, diseñados defensivamente para protegerse de un asedio, con todas las edificaciones construidas dentro de las murallas. Los fuertes romanos eran instrumentos de conquista y control de Britania donde no era previsible sufrir ataques enemigos contra las propias instalaciones militares.


El Muro de Adriano y sus construcciones estuvieron en uso hasta principios del siglo V d.C., presumiblemente hasta el 410 d.C., año en que se produjo el abandono de Britania por parte de las legiones romanas. Durante las tres centurias en que estuvo en funcionamiento fue objeto de reformas, destrucciones y reconstrucciones, destacando las realizadas en tiempos de Marco Aurelio y, sobre todo, con Septimio Severo. Este emperador se propuso completar la conquista de la isla con la invasión de Caledonia en sus campañas realizadas entre el 208 y 211 d.C. Para ello reforzó completamente el Muro, utilizando algunos de sus fuertes, como el de South Shields, como centros logísticos y operativos de la conquista. A su muerte, su hijo Caracalla se retiró de los territorios conquistados volviendo a establecer la frontera imperial en los límites del Muro de Adriano. El siglo IV d.C. se caracterizó por constantes conflictos bélicos, tanto de orden interno como externo, en el Imperio Romano. El entorno del Muro fue objeto de invasiones bárbaras en los años 306 d.C. y 346-347 d.C., ésta última neutralizada por el general Theodosius, padre del futuro emperador Teodosio, que debió de realizar también un amplio programa de reconstrucción de fuertes y ciudades. En este momento probablemente ya se había producido el abandono de los fuertes avanzados, localizados más allá del Muro de Adriano. Los siglos V y VI d.C. vieron el surgimiento de pequeños reinos en el área del Muro, Deira (Yorkshire), Bernicia (Northumberland) y Rheged (Cumbria). En esta época estaba extendida la creencia de que el Muro había sido construido por los britanos para protegerse de pictos y escotos. En el siglo XVIII  apareció un creciente interés en la sociedad británica por el Muro de Adriano, identificado en esa época como el Muro de Septimio Severo. En la siguiente centuria la supervivencia del Muro se vio seriamente amenazada por la aparición de grandes terratenientes que utilizaron sus piedras para la construcción de sus granjas. Esta amenaza fue denunciada por los grandes defensores del Muro del momento, el anticuario John Clayton y John Collingwood Bruce, creador del sistema de numeración de los puestos de guardia o milecastles. El siglo XX vio el renacer del Muro de Adriano gracias principalmente al descubrimiento de las tablillas de Vindolanda en 1973 y a su designación como Patrimonio Mundial de la UNESCO en 1987. El Muro de Adriano es en la actualidad una de las mayores atracciones turísticas del Reino Unido, con más de quince mil senderistas que realizan el recorrido completo del Muro y más de quinientos mil turistas que anualmente visitan algunos de sus lugares.

Mapa del Muro de Adriano

La ruta senderista del Camino del Muro de Adriano está señalizada con el símbolo del National Trail británico, representado por una bellota. Lo más habitual es invertir entre seis y siete días para recorrer la distancia completa, si bien son recomendables diez días para disfrutarlo en su totalidad.

¿Cuáles son los principales puntos de interés del Muro de Adriano? El tramo más interesante es el localizado al noroeste de Hexham, en el condado de Northumberland, donde se encuentran los yacimientos arqueológicos de los fuertes de Housesteads, Chesters y Vindolanda. Otros lugares recomendables son los fuertes de South Shields y Birdoswald, habitualmente menos transitados por los turistas.

Vindolanda destaca por el excelente estado de conservación del campamento militar romano y el vicus civil desarrollado en sus aledaños. Vindolanda es además internacionalmente reconocida por las famosas tabletas de madera descubiertas en las excavaciones arqueológicas, consideradas como los documentos escritos de mayor antigüedad de las islas británicas. Estas pequeñas piezas de madera, del tamaño de una carta postal, eran utilizadas por los romanos para su correspondencia tanto oficial como particular. En ellas encontramos información sobre la logística del campamento, los pedidos de material o las órdenes de reparación, y sobre la vida cotidiana de los soldados y sus familias. Los vestigios arqueológicos que se conservan del fuerte corresponden principalmente a la época en que fue construido en piedra, en la segunda mitad del siglo II d.C. Son visibles los restos del principia, del praetorium, algunos barracones y las letrinas. El vicus civil también es de interés, con vestigios de las viviendas, talleres artesanales y las termas, de época pre-adriánica.

Fuerte romano de Vindolanda

El fuerte de Housesteads está considerado como el mejor conservado de las islas británicas. Cubre un área aproximada de dos hectáreas y son visibles sus murallas, varias construcciones de su interior y su integración con el Muro de Adriano. Sus estructuras datan principalmente del siglo III d.C. En el cuartel general o principia se encontraba el aedes, una estancia sagrada donde se custodiaban los estandartes y enseñas de la cohorte y sus centurias. Al sur del principia se hallaba el pretorio, residencia del oficial al mando, que contaba con habitaciones para sus sirvientes, cocina, comedor y termas particulares. Este campamento contaba también con un hospital o valetudinarium formado por cuatro alas establecidas en torno a un patio central. Es probable que contara además con una planta superior. Al noroeste se encuentran dos barracones destinados a la tropa que probablemente también contaría con otra planta. En el fuerte también se encuentran bien conservadas unas letrinas comunales.

El fuerte de Chesters fue construido sobre el Muro de Adriano para controlar el paso sobre el río North Tyne. Su denominación latina "Cilurnum" se cree que respondería a "Gran piscina" en referencia al río que se encuentra en sus proximidades. Está considerado como el mejor ejemplo y el mejor conservado de los fuertes destinados a la caballería auxiliar romana de todo el Reino Unido. Como en los casos anteriores, los principales vestigios son los correspondientes al principia, el pretorio, los barracones de los soldados, seis puertas de acceso al fuerte y los establos. En el principia se conserva la cámara subterránea "acorazada" donde se custodiaría el dinero destinado a la paga de los soldados. Esta sala del tesoro es la mejor conservada de todos los fuertes romanos de Britania. Las termas de Chesters también se encuentran entre las mejor conservadas de todo el Muro. En el vestuario o apodyterium es posible ver varios nichos que es posible que fueran el equivalente a las taquillas de los vestuarios modernos, aunque también se especula con que pudieran estar destinadas a cobijar estatuas de dioses. Estas termas cuentan con las estancias habituales de este tipo de construcciones, con salas de agua templada o tepidarium, de agua caliente o caldarium, y de agua fría o frigidarium.  El museo del fuerte, construido en 1903 y reformado el pasado año, está dedicado a la memoria de John Clayton, auténtico mecenas de la recuperación del Muro y sus fuertes.

Fuerte de Arbeia, South Shields

El fuerte romano de Arbeia (South Shields) ha sido el más excavado de todo el Muro y destaca por la cuidada combinación realizada entre los vestigios originales conservados y las reconstrucciones de la puerta de acceso occidental, los barracones, el principia y el pretorio. Se conservan en un excelente estado los cimientos de los barracones de Arbeia, directamente relacionados con su conversión en centro de aprovisionamiento por orden de Septimio Severo dentro de sus planes para conquistar Caledonia. El museo del fuerte cuenta con unas de las más destacadas colecciones arqueológicas del Muro de Adriano.

En Corbridge se descubrió en 1964 un tesoro con diversos objetos de uso militar entre los que se encontraba una armadura tipo lorica segmentata. Su descubrimiento permitió obtener los conocimientos necesarios para poder interpretar cómo era en realidad este tipo de armadura. En la localidad de Benwell se conserva el único paso habilitado sobre el Vallum que ha llegado hasta nuestros días. En el centro del paso habría una puerta coronada por un arco que permitiría controlar el acceso a la zona militar reservada entre el Vallum y el Muro de Adriano.

Sin duda alguna el Muro de Adriano cuenta con muchos otros lugares de interés entre los que podemos mencionar Hare Hill, donde se conserva el tramo más alto de todo el Muro; Banks East, donde se encuentra la torre de observación mejor preservada, que conserva toda la parte inferior de su estructura, de dos metros de altura; el milecastle de Poltross Burn, uno de los mejor conservados, con vestigios de sus accesos, sus muros y dos pequeños barracones en su interior; Walltown Crags, donde se encuentra un tramo de la muralla erigida prácticamente al borde los riscos; el icónico Sycamore Gap, conocido como el árbol de Robin Hood, al ser inmortalizado en la película "Robin Hood. El príncipe de los ladrones", protagonizada por Kevin Costner y Morgan Freeman; Carrawburgh y el templo de Mitra; Heddon-on-the-Wall, donde se conserva un tramo del Muro de doscientos cincuenta y cinco metros; o Wallsend, donde se localiza el fuerte de Segedunum, "protegido" desde este año por una colosal escultura de acero de tres metros de altura, bautizada como Sentius Tectonicus, y llamada a ser una de las referencias culturales del Muro, aunando la herencia romana de Wallsend con su más reciente pasado industrial.

Sin duda alguna, el Muro de Adriano es un lugar especial, un ejemplo único del sistema fronterizo romano integrado en el paisaje natural. El Muro ha sido fuente de inspiración de escritores y artistas, entre los que se encuentran George R.R. Martin, autor de la serie de novelas de fantasía Canción de Hielo y Fuego, adaptadas para la televisión en la serie de fantasía medieval Juego de Tronos.  

Sergio Geijo es también el autor del libro El Muro de Adriano y los Auxilia